martes, 3 de junio de 2014

[MODELO BRONFENBRENNER] Adolf Hitler, Relación con el Lenguaje

Bronfenbrenner, concibe el ambiente como un conjunto de estructuras que van en un determinado orden. Empieza con el nivel más interno (Microsistema “familia, escuela, barrio”), donde las personas se desarrollan a nivel personal, moral, emocional y adquieren valores que repercutirán para interactuar en los demás niveles.
La calidad del lenguaje que llega a desarrollar un niño y los  grandes éxitos que pueda lograr en la escuela, en el barrio y en los demás ambientes, dependerá de la familia; pues es el primer agente educativo y sobre todo la madre, que cumple una función esencial; ya que es la primera maestra de idiomas, e incluso desde el útero, según algunas investigaciones. También, la relación afectiva y el trato que puede haber entre madre-hijo, padre-hijo, influye notablemente para la adquisición del lenguaje.

( http://www.peterhaiman.com/spanish/articles/la-influencia-de-los-padres-en-el-lenguaje-de-sus-hijos.shtml )

En la escuela al presentar una variedad de estilos de lenguaje relacionados con las actividades y los contenidos, con los que no están familiarizados, les permite desarrollar diversas destrezas lingüísticas y así interactuar con más habilidades lingüísticas con sus compañeros de clase y del barrio.
También, la relación familia y escuela (mesosistema) es muy importante e influyente, pues el niño, tras una buen cooperación afectiva “padres-tutor” estará potencializando  su desarrollo lingüístico y la habilidad de desarrollar nuevas destrezas que les ayudará a desenvolverse  en cualquier ámbito social, que le permitirá; comprender, interactuar, y pensar sobre los otros niveles “ exosistema, macrosistema”.


El lenguaje de Hitler estaba basado en mover las convicciones de las personas y sobre todo él creía  en lo que decía, pues sus discursos tenían el poder del convencimiento, hasta tal punto que el oyente creía todo lo que escuchaba. Otro factor importante que favorecía a Hitler en sus discursos era su lenguaje gestual; transmitía energía, y enmarcaba riquezas en sus gestos; eran apasionados, hipnóticos y arrebatados, ante esto, la multitud solo se rendía.
De manera que el éxito del lenguaje se debe al estado emotivo y la buena gestación de emociones,  y creemos, que Hitler lo hacía muy bien y consiguió poner a todo el pueblo a su merced, porque su enfoque emocional estaba centrado en sus pensamientos y en la trasmisión de sus creencias.

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